¿Cómo es ser madre primeriza?
Ser madre es un acontecimiento vital importante que puede trastocar tus planes, sobre todo si el embarazo fue una sorpresa.
Muchas mujeres se preguntan cómo será su vida como madres. Pensar en la maternidad puede evocar tanto sentimientos de temor como de alegre expectación.
No tienes que ser perfecta en la maternidad (nadie lo es). Así que, en lugar de eso, céntrate en tus puntos fuertes y en los aspectos de la maternidad que más te ilusionan 🧡.
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El comienzo - Una prueba de embarazo positiva
"Voy a ser mamá...". Una prueba de embarazo positiva marca el comienzo del caos emocional para muchas mujeres. Lo que podría ser el cumplimiento de las esperanzas y los sueños de una mujer puede resultar un shock para una mujer que nunca se había visualizado como madre (hasta ahora).
Aunque las circunstancias que rodean su iniciación a la maternidad pueden variar, todas las mujeres comparten un denominador común: Les espera una tarea totalmente nueva en la vida. Y muy pocas dirían que se sienten completamente seguras y preparadas para ello, sobre todo si esta empresa fue inesperada.
Recordar que no tienes que ser un profesional desde el principio puede ser un alivio. Al fin y al cabo, además de una nueva perspectiva de la vida, tienes la oportunidad de ir asumiendo gradualmente este compromiso a lo largo del tiempo. Muchas madres primerizas confirman que la maternidad les ha permitido descubrir y utilizar puntos fuertes y habilidades antes inexplorados.
Piénsalo de este modo: Mientras tu vientre crece durante nueve meses, tu corazón y tu cabeza también disponen de este tiempo para prepararse. E incluso cuando llega el bebé, el crecimiento continúa, tanto en la madre como en el bebé...
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Sin instinto maternal: ¿un mal presagio?
A muchas mujeres les preocupa que, al principio, no tengan emociones maternales fuertes.
Puede resultar inquietante para una mujer que ha anhelado tener un bebé que las emociones esperadas, como la alegría o la excitación, no surjan al principio. Y la falta de sentimientos maternales puede incluso ser interpretada como una "señal para no quedarse con el bebé" por una mujer cuyo embarazo fue inesperado.
Si te sientes así en este momento, ¡no estás solo!
Los sentimientos son volubles por naturaleza y fluctúan aún más durante el embarazo debido a los cambios hormonales. Esto puede ser confuso, ya que puede que ni siquiera te reconozcas durante las primeras semanas de embarazo.
Como tu corazón puede necesitar algún tiempo para procesar esta nueva realidad, puede que al principio bloquee todas las emociones. O tal vez seas más ecuánime por naturaleza y no estés familiarizado con los grandes altibajos emocionales.
Cada mujer es única. Por eso cada embarazo es diferente, incluidas las emociones y el camino hacia la maternidad. Y eso está muy bien. Muchas mujeres han descubierto que dejarse llevar en lugar de presionarse permite que surjan sentimientos positivos. Incluso si tus emociones tardan un poco en ponerse al día, no es motivo de preocupación. No significa que estés en contra del bebé o que no vayas a ser una buena madre. Permítete aceptar el embarazo a tu propio ritmo.
Los sentimientos positivos pueden surgir cuando menos te lo esperas. Pueden empezar como un susurro silencioso y pasar fácilmente desapercibidos, pero son inconfundibles porque proceden del fondo de tu corazón. Estos sentimientos profundos a menudo desafían el miedo y la melancolía. Además, eres más que la suma de tus emociones. También se te conoce por tus opiniones y acciones.
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Mi primer año de maternidad
Así describe Sara, una madre primeriza, su primer año de maternidad.
En la siguiente entrevista, comparte su historia y lo que le gustaría que supieran todas las futuras mamás:
¿Cuál ha sido el aspecto más sorprendente?
El primer año de maternidad conlleva una transformación que nunca habría creído posible. Por supuesto, no siempre es un camino de rosas. Pero cuando miras a tu bebé a los ojos, de repente te das cuenta de para qué estás hecha. De repente, estás dispuesta a amar a un nivel mucho más profundo. Simplemente ocurre.
¿Cuáles eran tus expectativas?
Ni siquiera estoy segura de haber tenido expectativas. No puedes imaginar lo que es cuidar de tu propio bebé hasta que llega el momento. Pero, en retrospectiva, me doy cuenta de que esta experiencia ha superado mis sueños más salvajes. La piel de mi bebé es más suave que cualquier cosa que haya tocado nunca, y siento que mi corazón podría estallar cuando mi bebé me mira a los ojos.
¿Qué cambia cuando te conviertes en madre?
Como madre, tu enfoque y tu perspectiva se amplían: hacia el mundo en su conjunto, así como con respecto a tu propio pequeño mundo. Una madre es necesaria y amada incondicionalmente, pero también se ve enormemente desafiada por un pequeño ser que aún tiene que aprenderlo todo. Como resultado, tu horizonte se amplía casi a diario; de repente, no sólo vives y actúas para ti misma, sino que también estás comprometida con el bienestar de tu bebé y con las personas cariñosas que están a tu lado.
¿Qué haces cuando te sientes inseguro?
Cuando no estoy segura de lo que necesita mi bebé, por ejemplo durante una enfermedad, he pedido consejo a mamás experimentadas. Esto me ha proporcionado respuestas vitales, ayudándome a saber qué hacer. Pero, en gran medida, también puedes confiar en tu instinto maternal.
¿Puedo soportar ser madre?
Este tipo de preguntas son comunes a la mayoría de las mujeres:
¿Seré una buena madre? ¿Cómo puedo conciliar el trabajo y la vida familiar u otros compromisos? ¿Podría ser la maternidad demasiado desafiante o abrumadora?
Tal vez estés familiarizada con estas preocupaciones, que sin duda pueden ponerte nerviosa. Sin embargo, también son típicas, hasta cierto punto, y demuestran que tienes una visión responsable de tu tarea como madre. Revelan que eres consciente de que tu bebé dependerá de ti, lo que hace que tu atención se centre en sus necesidades.
Recuerda: Las generaciones anteriores de mujeres probablemente se enfrentaron a miedos similares. Y, sin embargo, ser madre es algo natural, algo en lo que creces 😉 . Así pues, la maternidad es una responsabilidad, además de un don.
🙌 Pero, ¿qué puedes hacer para ganar valor y confianza en ti mismo para que tus miedos no te superen?
- Cada mujer tiene derecho a diseñar su camino y su estilo de crianza, ¡según su personalidad y su situación! No hay por qué compararse ni inquietarse por las opiniones de los demás. Tu educación familiar también puede afectar a tu enfoque. Aun así, eres tu propia persona y puedes seguir tus deseos y conceptos.
- Muchas mujeres maduran exponencialmente con la maternidad. A menudo, las preocupaciones o miedos previos palidecen a la luz de la experiencia real, y afloran fortalezas que antes habían permanecido latentes. Pero antes de que esto ocurra, ¡engánchate de valor observando los logros pasados! Al hacerlo, puedes ser consciente de tus puntos fuertes. Esto puede ayudarte a esperar con ilusión la maternidad, especialmente los aspectos que más te gusten 🧡.
- Por supuesto, aún puedes llegar a tu límite, y las cosas pueden acumularse, haciendo que te sientas abrumado. La vida puede tener sus altibajos dependiendo de lo que estés viviendo. Reevalúa sinceramente tus deseos y expectativas, porque la vida no tiene por qué ser perfecta para ser buena. Pero también está bien pedir ayuda. Como madre, no tienes que hacerlo todo sola. Es prudente conocer tus limitaciones y saber cuándo dejar que otros te ayuden en determinadas áreas.
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¿Cómo mantengo mi identidad como madre primeriza?
Quien eres no cambia cuando te conviertes en madre. Puedes moldear tu vida cotidiana según tus preferencias, haciendo cosas que os gusten a los dos.
Por supuesto, como madre, tu atención se dirigirá continuamente hacia la personita que tienes a tu lado. Eso es perfectamente natural.
Toda madre necesita tiempo para relajarse y preservar su autoestima. En última instancia, esto también beneficiará a su hijo. Así que asegúrate de tomarte tiempo para ti de vez en cuando.
Tiempo para mí
¿Qué te gusta hacer para recargar las pilas? ¿Tomar una taza de café o té por la mañana? ¿Ponerte al día con un amigo íntimo? ¿Darte un baño caliente mientras tu bebé duerme la siesta? ¿O simplemente estirarte en el sofá?
Los pequeños rituales son un bálsamo para tu alma y no tienen por qué llevarte mucho tiempo. También pueden ayudarte a estructurar tu vida cotidiana.
Tiempo de calidad en pareja
Al principio, puede que tengáis poco tiempo a solas como pareja. Un recién nacido necesita cuidados y atención. Nuestro consejo: No obstante, ¡esfuérzate en programar tiempo para vosotros dos! Esto podría significar acurrucaros en el sofá mientras el bebé duerme, conseguir una canguro y dar un paseo, salir a comer o ver una película. Los momentos regulares en pareja fortalecerán vuestra relación y os ayudarán a capear más fácilmente las tormentas de la vida cotidiana.
